It’s the user experience, stupid! – Joan Vinyets
Es mejor ser el primero que ser el mejor. Es algo que todo el mundo sabe desde que Al Ries y Jack Trout lo formularon como axioma del Marketing en los setenta. Pero esa afirmación tiene trampa, una redacción extendida vendría a decir: ’es mejor ser el primero lo bastante bueno (diferencialmente bueno) que ser el mejor’
Y no se trata de ser bueno funcionalmente, eso se da por supuesto, sino
de ser bueno en la experiencia de usuario.
Hace unos meses, aprovechando la visita de E. Arriagada para una sesión de brainstorming con la Alta Dirección de Unidad Editorial, conveníamos que el truco para aprovechar la oportunidad que ofrecen los nuevos soportes (especialmente las tabletas) era ofrecer la mejor experiencia de usuario posible, pero no solo buena, sino también diferencial.
Yo no participé, obviamente, de esa sesión de brainstorming, pero parece que Eduardo consiguió imprimir esa idea en la cabeza de los asistentes.
Internet es un entorno de relación, de personas con personas, de personas con empresas, de personas con máquinas y cada vez más de máquinas con máquinas. Esa relación tiene lugar en espacios concretos con características específicas. Eso nos obliga a diseñar experiencias diferentes que aprovechen al máximo las características propias de cada entorno, que propongan experiencias diferenciales respecto a la competencia y que se afiancen con firmeza en los valores de la marca, es decir, que no sean apropiables por otros.
Hacer eso no garantiza el éxito (hay muchos otros factores en juego, por supuesto), pero no hacerlo potencia enormemente las probabilidades de fracaso.